No es extraño que alguien nos plantee esta duda antes de comenzar una obra en altura: ¿y si llueve? ¿y si hace viento? ¿Se puede seguir trabajando? Desde Raver, como especialistas en trabajos verticales en A Coruña y toda Galicia, queremos resolverle esta inquietud con muchos detalles a lo largo de este artículo.
Respuesta corta: podríamos trabajar
La respuesta corta es que sí, en determinadas circunstancias se puede intervenir incluso con condiciones climáticas adversas. Pero la respuesta completa siempre debe pasar por una evaluación rigurosa. Aquí lo esencial es no asumir riesgos innecesarios, sino de aplicar protocolos que garanticen la seguridad de todas las personas que están implicadas en algún proyecto de trabajos verticales.
Trabajos verticales y lluvia
La lluvia, por ejemplo, no siempre implica la cancelación automática de una tarea, pero sí obliga a extremar precauciones. Una superficie mojada puede ser mucho más traicionera de lo que parece: el riesgo de resbalones, la visibilidad reducida o la posibilidad de que el agua afecte a cuerdas y anclajes son cuestiones de primer nivel que debemos tener en cuenta. Por eso, si las condiciones lo permiten, se emplean equipos específicos como calzado antideslizante, ropa impermeable o productos que aumentan la adherencia en zonas de paso.
Trabajos verticales y viento
Por otro lado, el viento plantea desafíos muy distintos. Una ráfaga fuerte puede desequilibrar a un operario en pleno descenso o hacer volar una herramienta. Aquí, lo esencial es contar con sistemas de anclaje reforzados y medir constantemente la velocidad del viento con instrumentos adecuados. Cuando se superan ciertos umbrales de seguridad, las tareas simplemente se detienen. No hay margen para la improvisación.
Especialistas en seguridad en altura en A Coruña
En Raver sabemos que cada obra es diferente, y que no se puede aplicar una misma norma para todos los casos. No es lo mismo trabajar en una fachada resguardada del norte que en la estructura metálica de un puente. Por eso, nuestro trabajo comienza mucho antes de colgarnos de una cuerda: empieza con una planificación exhaustiva, una evaluación de riesgos realista y un equipo preparado para adaptarse a casi cualquier circunstancia.
Si algo tenemos claro es que la seguridad no se negocia. Nuestra experiencia en trabajos verticales en A Coruña nos ha enseñado que, con las medidas adecuadas, se puede avanzar incluso cuando el cielo no acompaña. Pero siempre bajo control, sin forzar situaciones ni poner en juego lo más importante: la vida de quienes trabajan.
¿Tiene dudas sobre si su obra puede ejecutarse en días de lluvia o viento? En Raver tenemos los conocimientos necesarios para resolverla. Analizamos su caso de forma personalizada y le proponemos la solución más segura y eficaz. ¡Llámenos sin compromiso!